Aranjuez, el futuro que nos merecemos.


No estamos aún en condiciones de hacer predicciones económicas con el grado suficiente de fiabilidad para intuir el nivel de destrucción que la economía de Aranjuez ha sufrido en esta crisis sanitaria. Incluso una estimación que incluyese una duración temporal reducida, el deterioro ya está cobrándose empleos. Según los últimos datos de la Consejería de Economía y Competitividad de la Comunidad de Madrid, el número de personas registradas como demandantes de empleo en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de Aranjuez, ascendió a 4566 en el mes de abril, situándose casi en los mismos niveles que el 2017. Este aumento del desempleo, unido a la incertidumbre de que en un futuro pueda producirse una nueva crisis sanitaria, pensamos que puede provocar una nueva espiral de destrucción del tejido productivo, similar a la que vivimos a raíz de la pasada crisis del 2008. A mayor desempleo, menos consumo, y con menos consumo se produciría más cierres de empresas, que repercutiría, a su vez, en un mayor desempleo. Una forma de saber hasta qué punto estamos en esta espiral, es medir el consumo de los hogares y, según los últimos datos oficiales con los que contamos, éste habría descendió en un 6,7% con respecto al mismo trimestre del ejercicio anterior.

En definitiva, tan sólo la mera posibilidad de que pueda producirse una nueva crisis sanitaria como la actual, es razón más que suficiente para pensar que las recetas económicas que se aplicaron en la pasada crisis económica del 2008, no surtirán el efecto deseado. Estas medidas económicas se basaban exclusivamente en el incentivo de la inversión privada, mediante la reducción de los costes laborales (por ello las reformas laborales) y la reducción de impuestos, tasas, y demás cargas tributarias, a empresas, lo que a su vez supuso un descenso de los ingresos de las administraciones públicas, obligándolas a practicar recortes en servicios públicos, considerados esenciales, como, por ejemplo, la sanidad o el sistema públicos de pensiones. Las consecuencias sociales de estas medidas fueron múltiples. En un primer lugar, se profundizó en la precariedad laboral, una lacra que nuestro municipio padece desde el inicio de la desindustrialización, en la década de los años 80. En segundo lugar, el aumento de la pobreza y la desigualdad. Así lo constató el propio Philip Alston, Relator Especial sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en España, el pasado mes de febrero. Y por último, el desmantelamiento del sistema sanitario público, el cual se ha visto desbordado para atender las necesidades derivadas de la pandemia. La Comunidad de Madrid es, con lejos, la Comunidad que menos invierte en salud pública del todo el país. Según datos del Servicio Madrileño de Salud, entre el año 2010 y el 2018, la sanidad de la región perdió más de 3300 profesionales y más de 3000 camas hospitalarias. Por ello, desde la Asamblea de Izquierda Unida de Aranjuez, consideramos que la única forma de atajar la reconstrucción de nuestro municipio es, precisamente, a través de lo público. Si aumentamos el gasto público, invirtiendo en la mejora de los servicios públicos, en la creación de un escudo social municipal y con la contratación directa de trabajadores y trabajadoras, podríamos conseguir los efectos deseados: paliar las situaciones de necesidad sociales, sostener el consumo que permitiría que las empresas, como el pequeño comercio, mantuviera su actividad y, por último, dotarnos de instrumentos para hacer frente a posibles pandemias como la actual. La mejor manera de fomentar la economía del municipio es garantizando espacios seguros, adaptados a la nueva realidad, que prevenga de nuevos contagios.

Además, también somos conscientes que nuestro municipio debe hacer frente a otros muchos problemas, debiéndose adaptar a las nuevas condiciones que más temprano que tarde nos encontraremos. Nos referimos a las consecuencias del cambio climático, de los límites físicos del planeta, del impacto que tendrá la implementación de las nuevas tecnologías en la producción o en la igualdad entre los hombres y las mujeres.

Con estos objetivos, la Asamblea de Izquierda Unida de Aranjuez ha elaborado este plan de reconstrucción de nuestro municipio que hemos titulado “Aranjuez, el futuro que nos merecemos”, y que articulamos en cinco bloques. El primero, destinado a fortalecer las instituciones políticas de nuestro municipio. El segundo, busca el fortalecimiento de nuestros servicios públicos, como la sanidad, la educación y los servicios sociales. Con el tercer bloque pretendemos la creación de un Escudo Social Municipal para paliar las consecuencias sociales de la crisis. En el cuarto bloque exponemos todas las propuestas en materia de empleo que queremos implementar. Y en el quinto y último bloque os proponemos una serie de medidas para hacer frente y adaptarnos a las consecuencias del cambio climático. Por último, no podemos dejar de agradecer a todos los colaboradores que nos han ayudado a redactar esta propuesta, como maestras de escuela, plataformas educativas, sanitarios, asociaciones, sindicalista, personas mayores, profesionales de protección civil, etc., cuyos conocimientos y esfuerzos nos han permitido conocer un poco mejor la realidad social de nuestro municipio, sus necesidades sociales básicas y sus fortalezas para hacerlas frente.


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